lunes, 12 de marzo de 2012

Capítulo 4: Comienza mi historia.

Por fin llegó el día, el día de ir al concierto, el día de pasarlo como no lo he pasado nunca, el día que iba a ver a mis cinco chicos cantando en directo, el día que me haría feliz para toda la vida, ese día tan esperado, y era hoy. Hoy iba a estar “Up all the night”.
Me levanté y desperté a mi mejor amiga, queríamos levantarnos pronto para poder hacer cola y estar en las primeras filas. Nos dimos una ducha y nos arreglamos. Yo me puse una camisa blanca con un pantalón corto vaquero y desgarrado (me encantan) y unas sandalias marrones claras. Andrea se puso una camiseta muy chula con unos pantalones bombachos y unas sandalias blancas. Después nos dejamos todo preparado para vestirnos para el concierto, yo mi fantástico vestido y Andrea su precioso conjunto, y el maquillaje al lado. Fuimos abajo, a desayunar, y allí encontramos a mi tío Eliot y desayunamos con él.
- Tío, bueno, ahora vamos a ir a arreglarnos para el concierto, y después iremos a hacer cola que queremos estar por delante, mañana nos vemos.- dije con aires de responsabilidad.
- ¿No queréis que os acompañe? 
- No, de verdad, que no hace falta.- dijo Andrea. Ella sabía que mi tío tenía mucho trabajo y no queríamos molestarle.
- Vale, pero tener cuidad y pasarlo genial.
- ¡Lo haremos!.- dijimos las dos a la vez. Nos miramos y nos empezamos a reír.
- Y una cosa, yo hasta mañana no vendré que me voy a un pueblecito de aquí al lado por trabajo, pasaré la noche allí en un hostal y vendré por la tarde. No os olvidéis de la llave.- dijo mientras se alejaba de nosotras.
Corrimos a nuestra habitación, cuanto antes llegáramos, mejor. Entramos y comenzamos a arreglarnos, yo empecé en el baño maquillándome y Andrea fuera vistiéndose, y luego cambiamos. 
- Alba!!! Yo ya estoy.- dijo desde detrás de la puerta del baño.- ¿Y tu?
- Un momento.- me di los últimos retoques al pelo.- Vale, ya estoy, cuando diga tres abres la puerta.- dije colocándome en frente de la puerta del baño, lo suficientemente lejos como para que no me diera en la cara.
- Uno…- contábamos las dos a la vez.- Dos…- estaba ansiosa por ver a Andrea.- Y… TRES!!!.- y Andrea abrió la puerta.
Andrea estaba estupenda, perfecta diría yo, esa falda la quedaba genial, y llevaba el pelo ondulado, estaba ideal. Supongo que Andrea también pensaría lo mismo de mi que yo de ella porque parecía alucinada.
- Estas.. estas… FABULOSA. Y tu pelo, tu pelo, te queda increíblemente bien.- dijimos las dos al mismo tiempo, fue muy gracioso.
Cogí de la mano a mi mejor amiga y la puse junto a mi frente al espejo. La verdad era que me había visto tan guapa, ni a Andrea. 
- Vale, estamos perfectas, y ahora coge el móvil, las entradas y la cámara y vámonos que llegamos tarde.- le dije mientras abría la puerta de la habitación.
Salimos del hotel y cogimos un taxi que nos llevó al McDonal’s, donde cogimos comida para llevar y fuimos directamente al estadio donde se celebraba el concierto. Había un bastante gente delante de las puertas del estadio. Nos quedamos un poco decepcionadas, pensábamos que habría menos gente, pero ¿que se puede esperar? Son los chicos más perfectos de este mundo. Nos dirigimos a las últimas personas que habían en la cola y nos pusimos detrás. Estuvimos esperando durante dos horas y media, hasta que nos entró hambre y Andrea fue a una heladería a por unos helados, estaban buenísimos. De repente sonó mi teléfono, me habían mandado un mensaje.
- ¿Quién te lo manda?.- dijo Andrea mirando mi Black Berry.
- Es Raquel, dice que no han venido a Madrid.
- ¿Por qué? Quedamos en que vendríamos la cuatro a verlos.
- Dice que se ha puesto enferma, y Ana no ha podido venir porque iba a venir con ella.
- Pues valla…- dijo Andrea desilusionada.
- Venga, anima esa cara, ya solo nos quedan cinco horas y media de espera!.- dije muy ilusionada, hasta que vi la cara de mi mejor amiga.
- Pues así no me animas mucho.
- Vale, son muchas horas pero merece la pena.
Por fin, ya eran las diez y media y abrieron las puertas del estadio. Todas las directioners comenzamos a entrar. Andrea y yo le dimos las entradas al segurata cuando llegó nuestro turno y empezamos a correr como si nos persiguieran una manada de leones, queríamos estar de las primaras, pero no lo conseguimos. Había por lo menos once filas de fans por delante de nosotras, pero no nos quejábamos, mejor que estar al final. Pasaron quince minutos y las luces del estadio se apagaron. Todas comenzamos a gritar.
- ANDREA, YA EMPIEZA.- le dije gritando porque no se oia nada con todos esos gritos, incluidos los míos y los de Andrea.
- VOY A LLORAR.
- Y YO!!!
De repente todas callamos y se oía una música baja y de repente una voz cantaba, era la de Liam. Dios mío, no me lo podía creer, no podía creer que estuviera allí. Se encendió una luz que lo apuntaba a él. Estaba allí. Pum! Se encendieron todas las luces de golpe y aparecieron Niall, Louis, Harry y Zayn y comenzaron a cantar todos juntos la de “One thing”. Me puse a llorar como una loca, pero lo mejor fue girarme y ver que Andrea también lloraba. Aún no me lo creía. Decidimos pasarlo en grande y disfrutar del momento. Comenzamos a cantar todas las canciones y los veíamos y se nos caía la baba. Cada vez era todo más alucinante. Ya eran las doce de la noche y hicieron un pequeño descanso, menos mal porque iba a reventar, me estaba meando. 
- Andrea, tengo que ir al baño, ahora vuelvo.
- ¿Vas a saber encontrarme? 
- Que si, y si no te llamo al móvil.
- Ok.
Vi un cartel que señalaba los baños y me dirigí hacia ellos. Entré por un pasillo muy largo, habían directioners dirigiéndose otra vez al estadio. De repente vi a un monton de fans a lo lejos corriendo y gritando los nombres de mis cinco chicos. ¿Qué hacian? Ni idea. Llegué a los baños de chicas y entré y para mi sorpresa no había nadie. Después de hacer pis, me puse frente al espejo a retocarme el pelo y l maquillaje. Comencé a cantar la canción de “Someone like you” de Adele, me encanta cantar, quería ser cantante, pero me era imposible ya que no soy capaz de cantar delante de nadie, y los que me han escuchado por casualidad dicen que canto genial pero yo no me lo creo. Canté toda la canción mientras me acababa de retocar. Solo se me oía a mi. Y entonces, oí el chirrido de la puerta del váter abriéndose, en ese momento se me cayo el lapiz de ojos de la mano, dios que vergüenza, alguien me había odio cantar. Me agaché a cogerlo y vi a un chico, y pensé “¿Un chico en el baño de las chicas?
- Lo siento, no sabía que estabas aquí…- dije mientras me levantaba lentamente. Entones me puse recta y le miré. Le mire fijamente, a él y a sus ojos azules, a su pelo rizado y a su traje. Era Harry, Harry Styles.

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